Cada vez que nos toca jugar con el equipo de Málaga (sea hace años el CD Málaga, sea ahora el Málaga CF) tengo que oir lo mismo.
Me doy una vuelta por la prensa digital malagueña y no leo más que “derbi” para arriba, “derbi” para abajo, que si el partido más importante del año. Lo de siempre.
Veréis, yo tonto no soy. Y me doy cuenta de que el Málaga nos gana más partidos que nosotros a ellos a lo mejor porque ellos se toman este tipo de choques como el derbi que nunca fue.
Y que nunca podrá ser.
Yo eso lo veo. Lo veo, lo noto, pero yo no juego al fútbol.
Deberán ser nuestros futbolistas los que se mentalicen de lo que van a encontrarse a orillas del Mediterráneo. Yo sé perfectamente cuál es el ambiente que se monta en La Rosaleda cada vez que va para allá el equipo más grande de Andalucía de ayer, de hoy y de siempre.
Pero también sé cuál fue el que nos encontramos en San Mamés hace unos días y no creo que los del Athletic consideren un derbi sus choques con el Sevilla Fútbol Club.
Y en Málaga se monta precisamente por eso, porque el que visita no es cualquiera: es el más grande de Andalucía de todos los tiempos.
Porque sé la que se monta en ese estadio cada vez que va allí a jugar nuestro Sevilla FC.
Ahora es muy plausible la magnífica actitud de ambos consejos de administración que se llevan de maravilla, que abogan por un gran ambiente de fútbol, exento de incidentes, alejado de la violencia, por un hermanamiento entre aficiones.
Y yo, en estas vísperas de partido, lo único que puedo hacer es desear de todo corazón que eso sea así.
Luego ya se verá lo que pasa.
Vuelvo al asunto “derbi”. Un Sevilla-Málaga no es un derbi, nunca lo ha sido y nunca lo será.
Si yo quiero a fulanita y fulanita no me quiere a mí, por muy grande que sea mi amor por fulanita, fulanita y yo nunca seremos pareja.
Porque se necesitan dos voluntades para eso.
En el asunto “derbis” pasa lo mismo, se necesitan dos voluntades. Por mucho que se empeñen desde Málaga, por mucha tirria que nos tengan, por mucho que ellos monten su “partido del año”, por mucho, por mucho, para mi un Málaga-Sevilla ha sido siempre y siempre será como un Getafe-Sevilla o como un Valladolid-Sevilla.
¿Qué ellos nos ganan a veces porque se toman el partido como un derbi? Puede ser, pero ese es asunto de los futbolistas y de los técnicos. Mío no.
Para este derbi que nunca existió (y nunca existirá) Jiménez se lleva 18 futbolistas entre los que destaca, por fin, la vuelta de Arouna Koné.
Un partido más, otros tres puntos en juego.
Muy importantes, eso sí, como serán todos los puntos en disputa de aquí al final de temporada.
Nota: Sacado casi en su totalidad de jesusalvarado.com.
