El ridículo de los ridículos

Con tenues aplausos y más silbidos fue acogido nuestro representante en Eurovisión. Los promotores de “¡Perrea perrea!” han servido una vez más para que el Viejo Continente se sirva un plato de vergüenza ajena protagonizado por España. Pero poco o nada les importará cuando a costa de la reputación de la música que se hace en nuestro país se han llenado los bolsillos.
Amén de quedar en un puesto mediocre en las votaciones, la actuación no lo fue menos. Y el público de Belgrado no acogió de muy buen grado la actuación española. El público no ha aplaudido en exceso e, incluso, se han podido escuchar silbidos y abucheos.
Rusia gana el concurso por primera vez en su historia, seguida por Ucrania y Grecia. Los 55 puntos conseguidos por España fueron dado por Bélgica, Reino Unido, Chipre, Armenia, Suiza, Turquía, Francia, Finlandia, Grecia, Portugal y Andorra.
Si esto fuera poca deshonra la promoción del frikismo por parte de entidades como RTVE, (organismo que financia el sufrido contribuyente y una televisión pública cuyo monstruoso agujero económico se cubre con nuestros impuestos), abre el debate sobre los contenidos de calidad que se esperan de entes públicos pagados por el Estado.