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Ronda capital del transfuguismo

lunes, 15 de septiembre de 2008

UNA HISTORIA DIVERTIDA... DESENFADADA PARA COMPARTIR CON TODOS VOSOTROS

El texto es sacado de una fotocopia y a mi juicio es bastante divertido... que os lo paséis bien leyéndolo... ya me diréis algo si queréis... hasta pronto.

CONFUSIÓN
Un amigo mío fue de viaje a Madrid sabiendo que su novia necesitaba unas gafas para la vista, y encontrando la ocasión de comprarles unas muy bonitas y baratas, entró en una óptica. Después de ver unas cuantas, se decidió y le compró unas.
La dependienta se las envolvió y pagó la cuenta, pero al marcharse, en lugar de coger la caja con las gafas, cogió otra muy parecida que había al lado, que contenía unas bragas, que seguramente alguna cliente de las que había en la óptica se acababa de comprar. Mi amigo no se dio cuenta de la equivocación, así que desde allí se fue directamente a correos y le envió la caja, con las bragas, a su novia junto a una carta. La novia recibió el paquete y se quedó perpleja por el contenido, así que leyó la carta que decía:

"Querida mía"
Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que no tienes ningunas, pues las otras que tenías llevabas ya mucho tiempo con ellas y éstas son cosas que se han de cambiar de vez en cuando.
Espero que haya acertado con el modelo que a ti te gusta, la dependienta me dijo que eran la última moda y me enseño las suyas que eran iguales. Entonces yo para ver si eran ligeras, cogí y me las puse allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque estos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos, y más a mí, que ya sabes que tengo unos rasgos muy alargados.
Una muchacha que había allí me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo viera el efecto que hacían. Las vi estupendas, me decidí y las compré.
Póntelas y enséñaselas a tus padres, a tus hermanos, en fin, a todo el mundo, a ver que dicen. Al principio te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas, y más ahora que has estado tanto tiempo sin llevar ningunas. Si te están muy pequeñas me lo dices, que sino te van a dejar señal, y cuando te las quites para ir a la calle todo el mundo va a notar que las tienes. Ten cuidado, también, de que no te estén grandes, no sea que vayas andando y se te caigan. Llévalas con cuidado no vayas a romperlas y, sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todos vean tus encantos. En fin, para que te voy a encargar nada más, sólo te digo que estoy deseando vértelas puestas. Este es el mejor regalo que podía hacerte, cariño. Te quiero mucho.

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