El domingo por la mañana nos levantamos un pelin tarde, llegamos a nuestro primer desayuno por los pelos, pero como si no hubiéramos ido. La palabra que lo define es mojón de desayunos. Tuve que tomarme el colacao frío porque no había leche caliente, bueno ni siquiera era colacao, a saber que era eso. En la típica máquina que hay en los bufets de los hoteles que da leche, café y demás, al pulsar la leche, te daba agua, eso si hirviendo. Los zumos, eran agua con dos gotas de naranja, teníamos dos tipos de zumos, color meado después de una borrachera y color naranja fosforito. La diferencia entre ambos a parte del color, no os la puedo decir, puesto que no los probé. Solo le echó huevos Joseito. Después de ese día, llegamos a la conclusión de que la cocinera….digamos hacía sus aguas menores en cubos y los metía en la máquina. Que si, que se meaba y el color dependía de lo que había comido la noche anterior. La bollería no estaba mala para ser de hacía un mes. El resto ya os lo iré contando en próximos volúmenes. Un dato a tener en cuenta, era que el “colacao” y el “café” los echaban en los típicos boll de los cereales a
manojos. La diferencia de color era ínfima, tanto que Sergio, que por cierto desayunaba cereales con su leche y colacao, los confundió y un día le echó café. Menos mal que le advertimos, porque pudo pasar a mejor vida. Ese desayuno, pues otra cruz.
Esa mañana, vino “nuestro” guía turístico, bueno el que le tocaba al hotel y a ocho más, a dar la típica charla para encasquetar visitas a monumentos y demás lugares de la Isla a precio de oro. Éste hombre fue bautizado como “el flequillitos”, el por qué, os lo imaginareis, evidentemente tenía un flequillo que un poquito más y se comía. Éste señor, hombre, persona, individuo o cosa, vivía básicamente de las visitas turísticas que le vendía al personal. La charla fue larga y cojonera, no la reproduciré y os haré una síntesis. Con él, nuestro flequillitos, todas las visitas eran más baratas, mejores y chachi piruli. Todo era de color de rosa con ellos. Nos aconsejaron que no alquiláramos coche, cosa que habíamos hecho con el viaje, porque ellos te ofrecían un bono para un autobús que por un módico precio podía coger todo lo que quisieras, que nos iba a ser imposible aparcar en ninguna parte y que en parking, gastaríamos más que en el bono. Pues una mierda para él, así de claro, aparcamos de puta madre en todas partes. También “aconsejaba” que ciertas excursiones si no las hacíamos con él, no las íbamos a poder hacer. Aquí os voy a poner el ejemplo de las famosas cuevas del Drach. Si no era con él ó con alguna otra agencia, nos saldría más caro y que sería prácticamente imposible, porque primero entraban las visitas concertadas y después el resto. Sólo decir que fuimos en nuestro coche a la hora que quisimos, nos costó la mitad y entramos si problema ninguno. Desde aquí, un saludo para ti flequillitos, sigue tomando por gilipollas al personal, que nosotros porque no te hicimos ni puto caso, bueno a Sergio lo convenciste, pero lo alejamos de tu mirada maldita y volvió al camino de la luz y la razón. Pero, flequillitos, a la familia esa de los dos churumbeles por culeros que les clavaste más de 200 euros por una excursión, que sepas que todavía te están buscando.
Otra oferta era ir a Ibiza, creo que eran 55 euros ida y otros 55 vuelta, más algo de un almuerzo.
Primero, Ibiza estará muy bien, pero por la noche, no a las 7.00 de la mañana que es cuando salían para la mini-isla y luego volvían por la tarde, vamos que lo bueno no lo pillaban. Para colmo la excursión era un martes. Segundo y último, no somos gilipollas nene. Aquí he de decir que a Sergio también lo convenció, pero no es porque sea gili, era el meneo de flequillo que tenía, que con él se hacía con el poder de tú mente. Era una especie de control mental por medio de su flequillo, Joseito y yo, procuramos no mirarlo, pero Sergio no lo pudo evitar, una vez más lo alejamos de la luz y volvió a l mundo de las personas de flequillo normal. Conclusión, el tío era un estafador y muchos colarían, pero nosotros vimos prácticamente toda la isla y sin sus timos de excursiones.
Tras la tortuosa y nada productiva charla, fuimos a recoger nuestro coche de alquiler, que en principio era un micra, pero por la falta de vehículos en ese momento, nos dieron un opel corsa, pero no de los nuevos.
manojos. La diferencia de color era ínfima, tanto que Sergio, que por cierto desayunaba cereales con su leche y colacao, los confundió y un día le echó café. Menos mal que le advertimos, porque pudo pasar a mejor vida. Ese desayuno, pues otra cruz.
Esa mañana, vino “nuestro” guía turístico, bueno el que le tocaba al hotel y a ocho más, a dar la típica charla para encasquetar visitas a monumentos y demás lugares de la Isla a precio de oro. Éste hombre fue bautizado como “el flequillitos”, el por qué, os lo imaginareis, evidentemente tenía un flequillo que un poquito más y se comía. Éste señor, hombre, persona, individuo o cosa, vivía básicamente de las visitas turísticas que le vendía al personal. La charla fue larga y cojonera, no la reproduciré y os haré una síntesis. Con él, nuestro flequillitos, todas las visitas eran más baratas, mejores y chachi piruli. Todo era de color de rosa con ellos. Nos aconsejaron que no alquiláramos coche, cosa que habíamos hecho con el viaje, porque ellos te ofrecían un bono para un autobús que por un módico precio podía coger todo lo que quisieras, que nos iba a ser imposible aparcar en ninguna parte y que en parking, gastaríamos más que en el bono. Pues una mierda para él, así de claro, aparcamos de puta madre en todas partes. También “aconsejaba” que ciertas excursiones si no las hacíamos con él, no las íbamos a poder hacer. Aquí os voy a poner el ejemplo de las famosas cuevas del Drach. Si no era con él ó con alguna otra agencia, nos saldría más caro y que sería prácticamente imposible, porque primero entraban las visitas concertadas y después el resto. Sólo decir que fuimos en nuestro coche a la hora que quisimos, nos costó la mitad y entramos si problema ninguno. Desde aquí, un saludo para ti flequillitos, sigue tomando por gilipollas al personal, que nosotros porque no te hicimos ni puto caso, bueno a Sergio lo convenciste, pero lo alejamos de tu mirada maldita y volvió al camino de la luz y la razón. Pero, flequillitos, a la familia esa de los dos churumbeles por culeros que les clavaste más de 200 euros por una excursión, que sepas que todavía te están buscando.
Otra oferta era ir a Ibiza, creo que eran 55 euros ida y otros 55 vuelta, más algo de un almuerzo.
Primero, Ibiza estará muy bien, pero por la noche, no a las 7.00 de la mañana que es cuando salían para la mini-isla y luego volvían por la tarde, vamos que lo bueno no lo pillaban. Para colmo la excursión era un martes. Segundo y último, no somos gilipollas nene. Aquí he de decir que a Sergio también lo convenció, pero no es porque sea gili, era el meneo de flequillo que tenía, que con él se hacía con el poder de tú mente. Era una especie de control mental por medio de su flequillo, Joseito y yo, procuramos no mirarlo, pero Sergio no lo pudo evitar, una vez más lo alejamos de la luz y volvió a l mundo de las personas de flequillo normal. Conclusión, el tío era un estafador y muchos colarían, pero nosotros vimos prácticamente toda la isla y sin sus timos de excursiones.
Tras la tortuosa y nada productiva charla, fuimos a recoger nuestro coche de alquiler, que en principio era un micra, pero por la falta de vehículos en ese momento, nos dieron un opel corsa, pero no de los nuevos.
Nosotros, en la Agencia de Viajes, cuando encargamos en coche, entendimos que teníamos que recogerlo a las 12.00, además lo ponía claramente en el resguardo. Tal y como nos aconsejó el flequillitos, cogimos un bus para ir a recoger nuestro vehículo, para abreviar, Sergio se hizo amigo de varios conductores de autobús y Joseíto, mejor no comentar que su gps nos podía haber mandado a Cuenca. Después de pasear en varios autobuses y de andar un montón, encontramos el rent a car, que por cierto estaba muy cerca de nuestro hotel, pero entre Joseito, su gps, Sergio y el señor flequillitos, manda huevos para encontrar el rent a car. No voy a decir el nombre de la oficina de alquiler de coche, sólo diré que tiene un cartel verde tipo bp y que son muy cucos.
A las 12.30 aproximadamente llegamos a la oficina, que estaba cerrada por fuera pero había un señor dentro. Joseito pegó y el tío le hizo un gesto de que ya estaba cerrado. Entonces tuve que entrar en acción, pegué y di por culo hasta que el señor se acercó a abrirme. En un primer momento no quería darnos el coche porque la oficina estaba abierta hasta la 12.00. Yo le explique que en la oficina y en el resguardo, ponía que era a las 12.30 Él hombre insistía en que volviéramos al día siguiente, que era lunes. Entonces me ví en la obligación de ponerme farruquito y de decirle que el coche estaba pagado y que no lo íbamos a perder un día. Supongo que tras verme la cara de cabreo cedio y finalmente nos dio el coche no sin clavarnos el seguro a
todo riesgo, pero eso fue un desahogo, puesto que perreamos el coche sin miedo a que se rompiera. Incluso alguien se trajo la antena del coche de recuerdo.
Si es que siempre liándola, luego que si nos llaman conflictivo y demás. Incluso uno de nosotros, para más información el mismo se llevó la antena de souvenir, casi parte la dirección del coche.
Una ver recogimos el coche volvimos al hotel para almorzar puesto que en ir por el coche perdimos toda la mañana. Por la tarde fuimos por primera vez a la playa, porque la playa mola y las nenas de la playa también molan. Desde aquí quiero mandarle un mensaje a Sergio y a Joseito. Las vacaciones son para descansar y relajarse, ellos saben porque se los digo y si no caen, lo aclaro. Se pasaron toda la semana pegados al móvil, con mensajitos y tonterías. Coño a la mierda el móvil y tó, que estábamos en vacaciones.
A las 12.30 aproximadamente llegamos a la oficina, que estaba cerrada por fuera pero había un señor dentro. Joseito pegó y el tío le hizo un gesto de que ya estaba cerrado. Entonces tuve que entrar en acción, pegué y di por culo hasta que el señor se acercó a abrirme. En un primer momento no quería darnos el coche porque la oficina estaba abierta hasta la 12.00. Yo le explique que en la oficina y en el resguardo, ponía que era a las 12.30 Él hombre insistía en que volviéramos al día siguiente, que era lunes. Entonces me ví en la obligación de ponerme farruquito y de decirle que el coche estaba pagado y que no lo íbamos a perder un día. Supongo que tras verme la cara de cabreo cedio y finalmente nos dio el coche no sin clavarnos el seguro a
todo riesgo, pero eso fue un desahogo, puesto que perreamos el coche sin miedo a que se rompiera. Incluso alguien se trajo la antena del coche de recuerdo.Si es que siempre liándola, luego que si nos llaman conflictivo y demás. Incluso uno de nosotros, para más información el mismo se llevó la antena de souvenir, casi parte la dirección del coche.
Una ver recogimos el coche volvimos al hotel para almorzar puesto que en ir por el coche perdimos toda la mañana. Por la tarde fuimos por primera vez a la playa, porque la playa mola y las nenas de la playa también molan. Desde aquí quiero mandarle un mensaje a Sergio y a Joseito. Las vacaciones son para descansar y relajarse, ellos saben porque se los digo y si no caen, lo aclaro. Se pasaron toda la semana pegados al móvil, con mensajitos y tonterías. Coño a la mierda el móvil y tó, que estábamos en vacaciones.
TO BE CONTINUE….
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