Se me acaban las vacaciones

Hoy me levante temprano y e estado pensando, ¡coño que se me acaban las vacaciones!, hoy es mi último día. La verdad que aunque no tuviera nada planeado para ellas, al final no ha estado tan mal, me fui a Sevilla el jueves, estuve en el ikea y en varios sitios más, pasando como es lógico por mi templo. Entre el viernes y el sábado me hice más de 400 kilómetros y ¡mi coche ya tiene 10700 kilómetros!, parecen pocos pero creedme no lo son, valiente pastón en gasolina que me habré gastado para hacerlos. Bueno volviendo a lo que estaba, que ya me desvié del tema, no fueron dos días sino 26 horas, salí de mi casa a las 13 horas del viernes y llegue a las 15 del sábado, haciendo noche en Palma del Río. Con este coche ha sido con el que más provincias pase, por cuatro, Sevilla, Córdoba, Cádiz (esta última me equivoque en un cruce que estaba en obras y dije “po a tomar por culo, por aquí” y málaga. Digo con este coche ya que con el otro estuve en Santiago de Compostela, ¡sí! donde Cristo perdió el mechero, y se preguntará si alguien lee esto ¿Qué coño se nos perdió allí?, la respuesta es simple pero para llegar a su conclusión es un poco larga, así que fuimos de vacaciones a Galicia a disfrutar del SOL.
Volviendo a lo que estaba, que otra vez me desvié del tema, pues pasando por la provincia de Sevilla, al pasar por Lora del Río, veo un cartel que pone “Palma del Río 24 km” creo que eran 24 pero no me acuerdo, la cuestión es que eran pocos, así que dije voy a hacerle una visita a mi gran amigo Álvaro, no don Álvaro aito pa los amigos, sino a otro, así que lo llamé a ver donde estaba, lo llamé y tenía reunión en el colegio, pero le dije ya que estoy aquí nos echamos una cerveza y nos vemos, porque hacia más de un año que no lo veía, desde el verano pasado. Al final después de una cosa y otra me quede allí, conocí a alguna gente, bastante apañada y maja, y volví a ver a otras que ya conocía y que hacia más que no la veía. Po na estuvimos cenando, que me lo pase de escándalo, me reí un montón, en el restaurante donde cenamos conocí a dos frikis autóctonos de allí, uno de ellos era hipnotizador, si, si, creedme y hasta intento hipnotizar a algunos de nosotros ya cuando estábamos cerrando como siempre todo donde vamos, que jarta de reír. Bueno después de cenar unos cacharros, y a casa, a jugar al pro, hasta las 7 de la mañana. No veas como me e enrollado, estaba aburrido, la verdad es que abrí el blog para poner una foto que había encontrado (y que ahora pondré) y poner dos comentarios que había y he acabado escribiendo todo esto. Bueno ya no doy más la tabarra.